“El dolor puede ser el primer indicio de problemas persistentes de la espalda o hasta lesiones permanentes”, precisa el Dr. David Siambanes, investigador principal del estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California en Riverside y el centro médico Inland Empire Spine Center. El equipo incluyó también a los sociólogos Jason W. Martínez y al profesor Edgar W. Butler, ambos de UC Riverside.
Publicado recientemente en la revista médica Journal of Pediatric Orthopedics, el estudio refleja entrevistas con 3,498 estudiantes del séptimo y octavo año en los condados de Riverside y San Bernardino.
La idea del estudio surgió al aumentar el número de pacientes jóvenes en el Spine Center.
”Recibimos llamadas de familias”, dice Siambanes. “Los muchachos se quejaban de dolor y de sus mochilas. Los jovencitos se quejan con mucha frecuencia y nadie les presta mucha atención, pero en este caso fueron muchas las quejas y muy similares. Decidimos hacer un estudio a fondo en vez de no hacerle caso a los comentarios de los muchachos”, explica.
Más del 60% de los estudiantes entrevistados reportaron tener dolor y 41% indicaron sentir el dolor al cargar su mochila. Más del 75% describió el dolor como fuerte, mientras que más de 12% indicó que el dolor era muy fuerte. En 21% de los casos, los muchachos dijeron haber tenido dolor por más de seis meses.
“Esto es realmente alarmante”, advierte el Dr. Siambanes. “Otras investigaciones han demostrado que los adultos con problemas serios de la espalda con frecuencia tenían dolor de niños. Se puede sufrir toda la vida por este tipo de lesiones”, apunta.
Los investigadores calcularon el peso relativo de las mochilas como porcentaje del peso de cada estudiante. Evaluaron también la manera de cargar la mochila, sea en las manos, colgada de un hombro o de ambos hombros, el tiempo que la cargan y si caminan de la casa a la escuela cargando la mochila.
Dos de las cuatro escuelas participantes en el estudio tienen dos juegos de libros por estudiante para muchos de los cursos, por lo que no es necesario que carguen todos sus libros de la escuela a la casa. Sin embargo, preocupa a los investigadores que la mayoría de las escuelas ya no ofrecen gavetas con candado o lockers donde los alumnos puedan guardar sus libros, viéndose obligados a cargar todos sus libros y demás útiles escolares todos los días.
Al analizar las costumbres de jovencitos de 11 a 15 años de edad en cuanto al uso de las mochilas, los investigadores encontraron que el factor principal causante de dolor es el peso de la mochila en relación al peso del estudiante. Al aumentar el peso de las mochilas, aumentaron las quejas de dolor. El incremento de peso fue tan gradual que el equipo investigador no pudo especificar un peso relativo “apropiado” para proteger a los estudiantes. Sin embargo, es importante notar que casi todos reportaron sentir alivio al quitarse la mochila de la espalda.
El peso de las mochilas varió desde media libra hasta 37 libras. El peso promedio de la mayoría de las mochilas fue de 10.6 libras. En relación al peso de los muchachos, las mochilas representaban desde menos de 1% de su peso hasta 43% del peso de los estudiantes.
Los investigadores encontraron una conexión importante y estadísticamente significativa entre el dolor y el hecho de cargar la mochila al caminar de la casa a la escuela. Sin embargo, no encontraron una conexión similar entre el dolor y la manera de cargar la mochila.
Los padres pueden proteger a sus hijos de lesiones en la espalda causadas por el peso excesivo de las mochilas escolares llenas de libros poniendo en práctica estas recomendaciones:
- Trate de que su hijo use una mochila con ruedas.
- Pídale a su hijo que se ponga la mochila en los hombros y asegúrese que la parte de abajo descanse arriba de la cintura.
- Asegúrese también que los tirantes de la mochila estén acojinados y que la mochila tenga un cinturón para distribuir el peso de manera uniforme.
- Meta los libros más pesados cerca de la parte de la mochila que queda contra la espalda.
- Indique a su hijo que levante la mochila del piso doblando las rodillas, no doblando la cintura.
- La mochila debe colgarse de ambos hombros, no de uno solo.
- Los tirantes se deben ajustar para que el peso de la mochila quede en la parte superior de la espalda en vez de que quede colgando.
- Asegúrese que su hijo cargue únicamente los libros necesarios cada día y deje en casa juegos de video, patines y tareas que ya no necesite.
Hable con administradores y personal escolar sobre la posibilidad de que ofrezcan dos juegos de libros a cada estudiante.
Siempre que pueda, lleve en auto a su hijo a la escuela o pídale a algún amigo o familiar que lo lleve.
Los problemas de la espalda resultantes de cargar mochilas escolares demasiado pesadas pueden causar dolor y problemas de salud de por vida. Proteja el bienestar de sus hijos asegurándose que el peso de sus mochilas sea menos del 15% de su peso corporal y que la cargue adecuadamente.
Fuente: University of California
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