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| Guillermo Biaggi, presidente de la División Euroasiática, está impulsando la capacitación como uno de los principales objetivos del territorio. En la fotografía, dirige la palabra en un evento reciente de capacitación para ministros. [fotografías de Homer Trecartin] |
Es por ello que hace pocas semanas, Guillermo Biaggi, presidente del territorio, y su equipo reunieron a los 1.300 pastores de la región en un foro de capacitación de seis días de duración en la Universidad Adventista de Zaosky, en Rusia. Los líderes de la sede central de la Iglesia Adventista ofrecieron talleres sobre vida familiar, doctrinas bíblicas, homilética, cómo dar estudios bíblicos y visitar a los feligreses, algo que afirma puede parecer común en otras partes del mundo.
La División Euroasiática es la segunda región más pequeña de la iglesia mundial. Cuenta con unos 140.000 miembros; de ellos, más del cuarenta por ciento vive en Ucrania. El territorio incluye doce países de la ex Unión Soviética y abarca once husos horarios.
Biaggi es oriundo de Argentina, y antes de ser presidente trabajó como tesorero de la división. Es contador público, y posee títulos de grado en ciencias económicas y teología, además de una maestría en administración.
Después de la conferencia de este mes, Biaggi respondió un cuestionario de ANN por vía electrónica en el que analiza algunos de los desafíos que enfrenta la Iglesia Adventista en el territorio. A continuación presentamos una versión editada de ese intercambio:
Red de Noticias Adventistas (ANN): ¿Qué tipo de capacitación cree usted que mereció reunir a los 1.300 pastores del territorio?
Guillermo Biaggi: Si queremos que Dios los use, necesitamos pastores que estén conectados con Jesús. Necesitamos enfatizar la misión y cómo crear centros de influencia, recordarles la importancia de sus familias y que lleguen a ser predicadores sólidos de la Palabra de Dios.
ANN: ¿Qué tipo de desafíos enfrenta el territorio?
Biaggi: Tenemos una tasa significativa de apostasía, y también hay otros factores, como el crecimiento acelerado de la estructura eclesiástica durante la década de 1990, la falta de pastores capacitados y preparados, la carencia de templos (muchos son alquilados, y a veces el dueño no quiere renovar el contrato), y la migración de la población a otros países.
ANN: ¿A qué se debe este marcado énfasis en la capacitación?
Biaggi: En muchos lugares, los que llegan a puestos de liderazgo son personas experimentadas. En nuestra división hay gente sin mucha experiencia que ocupa algunos de los puestos de liderazgo. Somos una división nueva. Recién surgió en 1990, no hace cien años como en otros territorios. Pero algunos problemas son comunes a todos lados, porque no siempre se cuenta con pastores que visitan a los miembros y saben cómo dar estudios bíblicos.
ANN: ¿Y qué está haciendo usted para participar también de la capacitación?
Biaggi: Con un grupo de líderes estamos terminando el Doctorado en Ministerio que ofrece la Universidad Andrews. Hemos solicitado que el año próximo, el Dr. Skip Bell y su equipo comiencen en nuestra división una cohorte de 28 candidatos doctorales. Aparte de ello, disfruto de pasar tiempo cada mañana con el Señor. En oración repito versículos de memoria para alabar al Señor por sus promesas, amor y gracia.
ANN: ¿Qué puede hacer para capacitar mejor a los gerentes y tesoreros de su territorio?
Biaggi: No es fácil, pero ahora estamos trabajando con el Instituto Internacional Adventista de Estudios Avanzados [de las Filipinas] para implementar una Maestría en Administración Financiera y una Maestría de Ciencias de la Administración en nuestra división.
ANN: ¿Qué otros objetivos tiene para la división?
Biaggi: Queremos que al menos 60.000 miembros participen de la misión de la iglesia. Para 2015, también queremos distribuir cinco millones de libros misioneros y cien millones de publicaciones. Asimismo, nuestro objetivo es ofrecer 25.000 campañas de evangelización.
ANN: ¿Qué progresos han hecho para recuperar ex miembros antes de llevar a cabo una auditoría de miembros a gran escala?
Biaggi: Estamos trabajando en ello. Queremos que los pastores y líderes locales llamen y visiten a los ex miembros, o a los que han dejado de asistir a la iglesia. Queremos que oren para que el Espíritu Santo trabaje en los corazones de los feligreses que han perdido la pasión y el amor por el Señor. También para que la iglesia tenga una atmósfera de bondad, que los reciba con amor sincero. Muchos regresan cuando se sienten amados. Necesitamos seguir el ejemplo de Cristo y salir a buscar a las ovejas extraviadas o que han perdido el rumbo.
Fuente: ANN
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