U n poderoso sismo que la semana pasada azotó el estado de California en los Estados Unidos produjo graves daños a una escuela adventista, forzándola a cerrar sus puertas solo cuatro días después del comienzo de clases y a lanzar una campaña para recolectar 200 mil dólares para repararla.
La institución, el Campus de Educación Cristiana de Napa, parece ser la única institución adventista que sufrió daños mayores como resultado del sismo de 6 grados que sacudió al Condado de Napa a las 3.20 del domingo 24 de agosto. El Colegio Superior Unión del Pacífico, ubicado a pocos kilómetros de la escuela, salió indemne...
El sismo, el más grande que sufrió California en 25 años, produjo más de doscientos heridos. No queda totalmente claro si algún adventista estuvo entre los heridos. Las primeras estimaciones afirman que el sismo provocó daños por más de mil millones de dólares.
Justine Leonie, rectora del establecimiento afectado, dijo que quedó sin palabras al ver el revoltijo de muebles, libros y otros equipos cuando visitó los salones de clase después del sismo. No obstante, agradeció a Dios porque el sismo llegó de noche, cuando ninguno de los 130 estudiantes se encontraba en las instalaciones.
"Quedé abrumada emocionalmente por la responsabilidades inherentes a una educadora", dijo Leoni el jueves pasado en una entrevista. "Tenemos que asegurarnos que los niños están bien. Jamás podríamos escatimar en ese sentido".
Leonie dijo que se emocionó por las múltiples muestras de compasión de estudiantes de los niveles secundario y superior, que se ofrecieron como voluntarios para colaborar con la limpieza de la institución. El jueves pasado, 29 estudiantes de segundo año de la secundaria y cinco adultos condujeron cien kilómetros desde el Colegio Secundario de Lodi para ayudar a seleccionar y acomodar los materiales afectados por el sismo.
"¡Fue algo maravilloso!", dijo Leonie.
El trabajo de los voluntarios fue informado inclusive por el periódico local.
Los esfuerzos de limpieza continuaron el viernes con la llegada de estudiantes del Colegio Superior Unión del Pacífico, y de miembros de la iglesia de Napa.
Marvin Wray, el pastor principal de la iglesia adventista de Napa Community, también pidió que oraran por los miembros de la comunidad cuyos hogares se vieron afectados.
La iglesia misma ha dedicado esta semana a la limpieza. La violencia del terremoto sacudió los candelabros o arañas de iluminación y produjo una lluvia de vidrio sobre los bancos de la iglesia. También desordenó la cocina y el centro de Servicios Comunitarios Adventistas, y dobló los tubos del órgano. Todos los equipos de la sala de control de TV, que usa la iglesia de Napa para transmitir sus cultos en vivo, cayeron al piso.
"Estamos sumamente agradecidos de que no pasó algo peor. Dios es bueno", dijo Wray en un blog de la Asociación Norte de California relacionado con el tema.
Wray también expresó que su iglesia ha extendido el uso de sus instalaciones sin costo alguno a la iglesia First United Methodist del lugar, cuyo edificio de comienzos del siglo XX sufrió severos daños por los temblores, y ahora se calcula que estará cerrado durante al menos un año. Wray estuvo presente para dar la bienvenida oficial a los metodistas cuando se reunieron por primera vez en el templo adventista el domingo pasado.
Fuente: ANN
La institución, el Campus de Educación Cristiana de Napa, parece ser la única institución adventista que sufrió daños mayores como resultado del sismo de 6 grados que sacudió al Condado de Napa a las 3.20 del domingo 24 de agosto. El Colegio Superior Unión del Pacífico, ubicado a pocos kilómetros de la escuela, salió indemne...
El sismo, el más grande que sufrió California en 25 años, produjo más de doscientos heridos. No queda totalmente claro si algún adventista estuvo entre los heridos. Las primeras estimaciones afirman que el sismo provocó daños por más de mil millones de dólares.
Justine Leonie, rectora del establecimiento afectado, dijo que quedó sin palabras al ver el revoltijo de muebles, libros y otros equipos cuando visitó los salones de clase después del sismo. No obstante, agradeció a Dios porque el sismo llegó de noche, cuando ninguno de los 130 estudiantes se encontraba en las instalaciones.
"Quedé abrumada emocionalmente por la responsabilidades inherentes a una educadora", dijo Leoni el jueves pasado en una entrevista. "Tenemos que asegurarnos que los niños están bien. Jamás podríamos escatimar en ese sentido".
Leonie dijo que se emocionó por las múltiples muestras de compasión de estudiantes de los niveles secundario y superior, que se ofrecieron como voluntarios para colaborar con la limpieza de la institución. El jueves pasado, 29 estudiantes de segundo año de la secundaria y cinco adultos condujeron cien kilómetros desde el Colegio Secundario de Lodi para ayudar a seleccionar y acomodar los materiales afectados por el sismo.
"¡Fue algo maravilloso!", dijo Leonie.
El trabajo de los voluntarios fue informado inclusive por el periódico local.
Los esfuerzos de limpieza continuaron el viernes con la llegada de estudiantes del Colegio Superior Unión del Pacífico, y de miembros de la iglesia de Napa.
Marvin Wray, el pastor principal de la iglesia adventista de Napa Community, también pidió que oraran por los miembros de la comunidad cuyos hogares se vieron afectados.
La iglesia misma ha dedicado esta semana a la limpieza. La violencia del terremoto sacudió los candelabros o arañas de iluminación y produjo una lluvia de vidrio sobre los bancos de la iglesia. También desordenó la cocina y el centro de Servicios Comunitarios Adventistas, y dobló los tubos del órgano. Todos los equipos de la sala de control de TV, que usa la iglesia de Napa para transmitir sus cultos en vivo, cayeron al piso.
"Estamos sumamente agradecidos de que no pasó algo peor. Dios es bueno", dijo Wray en un blog de la Asociación Norte de California relacionado con el tema.
Wray también expresó que su iglesia ha extendido el uso de sus instalaciones sin costo alguno a la iglesia First United Methodist del lugar, cuyo edificio de comienzos del siglo XX sufrió severos daños por los temblores, y ahora se calcula que estará cerrado durante al menos un año. Wray estuvo presente para dar la bienvenida oficial a los metodistas cuando se reunieron por primera vez en el templo adventista el domingo pasado.
Fuente: ANN
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