Una de las señas de identidad de la cultura gaucha en todo el mundo son los restaurantes brasileños (que, de hecho, deberían llamarse restaurantes gauchos), que ofrecen una enorme variedad de carnes al estilo barbacoa. Muchos me acusan de traidor, porque soy de Rio Grande do Sul y no como carne. “¡Comer carne es sinónimo de ser gaucho, así que no eres gaucho!”, diría el lector. Pero dejé la carne cuando tenía veinte años y ahora cumplo cuarenta (y entonces casi se puede calcular mi edad) sin carne.
¿Por qué los adventistas no comen carne?
De hecho, no todos los adventistas son vegetarianos y, para ser honesto, la mayoría no lo es. En Estados Unidos, el porcentaje de vegetarianos adventistas está entre el 40 y el 50 por ciento, pero en otros países este porcentaje es mucho menor, quizás menos del 10 por ciento. En Rio Grande do Sul, quizás, incluso menos.
La pregunta que debería hacerse es: ¿Por qué los adventistas todavía comen carne?
El problema es que el tradicional asado gaucho, que "produce un hombre fuerte y machista", no es tan saludable y, al final, acabará con la salud de mis compatriotas por cáncer intestinal, infartos, diabetes y obesidad. los cuatro científicamente relacionados con el consumo de carne roja. Estamos hablando de la mayor causa de muerte en el mundo, que es la enfermedad cardíaca, y de la enfermedad de consultorio más común y con más complicaciones que cualquier otra enfermedad, ¡que es la diabetes!
La barbacoa, tal como se prepara, hace que la grasa se derrita y, al gotear sobre las brasas, produce humo. Este humo acaba impregnando la carne con una sustancia llamada Benzopireno, que es el mismo cancerígeno de los cigarrillos.
Es posible que la carne de pollo y el pescado no tengan los mismos problemas que la carne roja, pero aún así no son los mejores alimentos para hombres y mujeres. Mi yerno, que también es médico, me preguntó sobre el pescado y la necesidad de ácidos grasos Omega 3, que abundan en el aceite de pescado. Incluso tuve que estar de acuerdo con él respecto a la importancia de este ácido, pero sostuve que el problema del Mercurio y otros contaminantes puede ser mayor que el beneficio del Omega 3. Por lo tanto, buscar fuentes vegetales es la mejor manera de solucionar esta necesidad. Las semillas de lino, sésamo y nueces son las más recomendadas.
Volviendo a los adventistas, su principal razón para no comer carne es la contaminación. Sí, contaminación orgánica (bacterias, virus, parásitos) e inorgánica (pesticidas, mercurio, antibióticos y hormonas). Hay otros factores, como ser cómplice del asesinato de animales, o el hecho de que el hombre fue diseñado por Dios para ser vegetariano, y en el paraíso futuro no habrá carne.
Cuando era director de la Clínica Adventista de São Roque (hoy Clínica Adventista Vida Natural), decidí que debía criar vacas para tener leche saludable para los pacientes. Sin embargo, tuvimos enormes dificultades para mantener sanas a las vacas. Era necesario utilizar antibióticos, vacunas y otros medicamentos con frecuencia, y aun así, era inútil. Un día, una de nuestras vacas enfermó y acabó muriendo. Decidimos retirar el ganado. Hoy en día Clínica Adventista Vida Natural no ofrece ningún producto de origen animal a sus clientes. Entonces os podéis imaginar lo complicado que es criar animales para el consumo y para la producción de leche y productos lácteos. Si comprobáramos las condiciones de estos animales, te garantizo que muchos más dejarían de comer carne, queso, leche e incluso huevos.
Elena de White menciona que el consumo de carne aumenta el riesgo de infecciones y tumores. Los tumores, en aquella época, podían ser todo tipo de nódulos, cancerosos o no. En aquella época la carne ya tenía problemas. Hoy la situación es mucho peor.
Carne contaminada/deteriorada
Para confirmar la preocupación de los adventistas sobre la carne, en marzo de 2017 se publicaron noticias sobre la contaminación de la carne en Brasil. Tras la investigación de la llamada “Operación Carne Débil”, los medios de comunicación informaron sobre lo que habían estado haciendo algunos productores y minoristas de carne, especialmente el uso de sustancias para enmascarar la carne en mal estado y la presencia de Salmonella. De hecho, la noticia denunciaba la aplicación de sustancias cancerígenas a la carne, principalmente ácido sórbico y ácido ascórbico. Sin embargo, estos dos no son cancerígenos. Para mí, el mayor problema es utilizar estas sustancias para enmascarar la carne en mal estado y cambiar su color y sabor. Sólo saber que la carne deteriorada se vende a los consumidores, e incluso se exporta, me basta para mantener mi dieta vegetariana.
La existencia de Salmonella no es nueva, ya que la carne de pollo y pavo procedente de Estados Unidos y otros países puede contener la bacteria. Aunque se trata de un problema de salud pública, el consejo de las autoridades sanitarias es cocinar o asar la carne mucho antes de consumirla. De esta forma se eliminarían las bacterias y se solucionaría el problema. Para mí, la pregunta siempre permanece: “¿Está realmente bien comer bacterias muertas? "
Otro problema con Salmonella, Shighela y Campylobacter, bacterias comunes en la carne de pollo, es el uso de antibióticos en animales para combatir estas bacterias. Este uso ha sido indiscriminado y exagerado, y se ha convertido en un problema de salud pública, ya que ha sido la principal causa de bacterias resistentes a los antibióticos.
Otro problema planteado en la Operación Carne Fraca en Brasil fue el relacionado con las carnes incrustadas, a las que se agregaban vísceras como cabezas de cerdo con todos sus órganos, molidas y mezcladas con esos productos. Esto va en contra de la regla de los ingredientes que se deben agregar a las carnes incrustadas. Pero todo esto deja muy claro que este tipo de carnes, especialmente los embutidos y las hamburguesas, pueden contener más que la carne de vacuno, y son fáciles de contaminar.
Carnes limpias mas consumidas en todo el mundo
En medio del debate sobre el consumo de carne, hay algunos hechos concretos que no se pueden ignorar. Los seres humanos son superados en número por los animales de granja. Aunque el número de estos animales en cualquier momento es tres veces mayor que el número de personas, las cifras de cada año quedan eclipsadas por la cantidad de animales que comemos:
- 75 mil millones de pollos
- 14 mil millones de sardinas
- 900 millones de atún
- 750 millones de salmones
- 656 millones de pavos
- 500 millones de corderos
- 300 millones de vacas
- 60 millones de palomas
- 12 millones de tilapias
- 100.000 búfalos
La asombrosa cantidad de pollos se debe al hecho de que las aves de corral han reemplazado a la carne de cerdo en las mesas. De sólo el 12 por ciento, la proporción de pollo, pavo y otras aves de corral ha aumentado a un tercio de toda la carne consumida en todo el mundo.
El recuento diario es extremadamente grande: 205 millones de pollos cada día. Para comprender la escala, será más fácil de entender si los datos se reducen al minuto promedio: cada minuto se sacrifican más de 140.000 pollos.
Por el contrario, la carne roja más popular, la carne de res, ha visto su participación mundial reducirse casi a la mitad en los últimos 50 años, hasta el 22 por ciento. Pero sigue siendo casi cinco veces más popular que la carne de cordero.
El Foro Económico Mundial (FEM) dijo en su informe que la mayor parte de la demanda de carnes proviene de países de ingresos medios como China, que se convirtió en el mayor consumidor de carne del mundo a medida que su economía florecía.
Por el contrario, según el FEM, el consumo en Europa y América del Norte se ha estabilizado e incluso ha disminuido en algunas regiones.
India, a pesar de alcanzar rápidamente a China en términos de población, todavía consume solo una pequeña fracción de la carne del mundo, ya que una gran parte de su poblacion es vegetariana.
Verso para meditar
“Es mejor no comer carne”, como dijo el apóstol Pablo. Pero se refería a la carne ofrecida a los ídolos. Entonces, teológicamente, no debería aplicar el versículo a este artículo. Sin embargo, como no soy teólogo, no me preocupo demasiado y pido permiso a quienes vayan a utilizar el texto sólo para ilustrar el tema. Si Pablo viviera hoy y conociera la degradación de la carne para el consumo humano y la degeneración moral y física resultante del abuso del alcohol, ciertamente ampliaría el significado de su afirmación de que "es mejor no comer carne ni beber vino". Romanos 14:21.
Fuente: Noticias Adventistas y NDTV
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