En una ceremonia celebrada esta tarde en la basílica de San Pablo Extramuros, con la que se concluyó la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el Pontífice pidió a todas las iglesias cristianas (católica, protestante y ortodoxas) a unir fuerzas para una nueva evangelización.
Ciudad del Vaticano.- En un mundo "indiferente" y hasta "hostil" a la fe se necesita de la unidad de los cristianos para hacer creíble el mensaje del Evangelio, exhortó hoy el Papa Benedicto XVI.
En una ceremonia celebrada esta tarde en la basílica de San Pablo Extramuros, con la que se concluyó la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el Pontífice pidió a todas las iglesias cristianas (católica, protestante y ortodoxas) a unir fuerzas para una nueva evangelización...
Urgió dar "un testimonio común" ante "los retos cada vez más complejos de nuestro tiempo, como la secularización y la indiferencia, el relativismo y el hedonismo, los delicados temas éticos sobre el principio y fin de la vida, los limites de la ciencia y la tecnología, el diálogo interreligioso".
"No faltan cuestiones que nos separan a los unos de los otros y que esperamos puedan ser superadas a través de la oración y el diálogo", dijo.
"Pero hay un contenido central del mensaje de Cristo que podemos anunciar juntos: la paternidad de Dios, la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte con su Cruz y la resurrección, la confianza en la acción transformadora del Espíritu", añadió.
Según Benedicto XVI, el compromiso por la unidad de los cristianos "no es sólo tarea de algunos, ni una actividad accesoria de la vida de la Iglesia".
"Cada uno está llamado a dar su aportación para cumplir con aquellos pasos que lleven a la plena comunión entre todos los discípulos de Cristo", insistió.
Señaló que otros campos en los que los cristianos deben comprometerse es en la salvaguarda de lo creado y la promoción del bien común y de la paz.
También en la defensa de la centralidad de la persona humana, el compromiso para derrotar "las miserias de nuestro tiempo", como el hambre, la indigencia, el analfabetismo o la creciente diferencia entre ricos y pobres.
El Papa arribó a la basílica de San Pablo Extramuros en torno a las 17:30 horas locales (16:30 GMT), donde fue recibido por los cardenales Agostino Villani, vicario de Roma y Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para el Ecumenismo.
Entre los presentes estaban representantes de otras iglesias y comunidades eclesiásticas, como pastores protestantes, el obispo metropolitano Veneziz (que representa en Italia al patriarca ecuménico Bartolomeo) y los representantes de los patriarcas ruso y rumano.
Fuente: Milenio.com
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