[Los delegados votan en el Congreso de la Asociación General de St. Louis, Misuri, en 2005. [fotografía de archivo de ANN]
Para muchos adventistas que asisten a un Congreso de la Asociación General cada cinco años, el evento constituye una oportunidad muy anticipada de celebrar la cultura y los valores de la iglesia a escala global. Pero para miles de delegados, es también una maratón de votaciones.
Este próximo verano, los delegados considerarán los puntos de agenda, que incluyen la elección de los principales líderes de la iglesia. Aceptarán los informes de los líderes de la iglesia mundial y de las trece regiones mundiales de la iglesia, aprobarán nuevos entes administrativos, elegirán directivos y directores de departamento, propondrán enmiendas a la constitución, estatutos y manual de la iglesia, y considerarán diversos temas incorporados a la agenda por la Junta Directiva de la iglesia mundial...
Si bien todos los 2.410 delegados votan los temas de agenda, solo un número selecto nomina a los directivos de iglesia. Durante el primer día en Atlanta, los delegados de las trece regiones se reunirán y designarán a un número de sus miembros (por lo general unos 235 en total) a la Comisión de Nombramientos, según las pautas establecidas por los Reglamentos Eclesiástico-Administrativos.
Los seleccionados se reunirán a recomendar candidatos para las diversas secretarías y departamentos en la sede central de la iglesia en Silver Spring, Maryland.
Los candidatos elegidos son presentados al cuerpo en pleno de delegados, y la mayoría de votos determinará si el nominado es elegido. Si no lo es, la Comisión de Nombramientos se reúne para recomendar a otra persona.
Los principales cargos (el de presidente, secretario y tesorero) son las primeras nominaciones. Luego se nominan los presidentes de las regiones mundiales.
Si bien los miembros de la Comisión de Nombramientos pueden recomendar la reelección de los candidatos, también pueden sugerir otro nombre. El escaso tiempo entre nominación y votación hace prácticamente imposible que existan campañas de promoción de un determinado candidato.
La constitución de la iglesia no especifica la conformación del cuerpo de delegados, pero "se espera y se asume" que se incluirán a ambos sexos, y diversas edades y nacionalidades, dijo Larry Evans, subsecretario de la iglesia mundial.
Los trescientos miembros de la Junta Directiva son considerados delegados automáticamente. Los restantes más de dos mil son seleccionados de manera proporcional, según las disposiciones vigentes. Se tiene en cuenta la feligresía y el tamaño de cada región, y existen también cuotas mínimas que permiten incluir laicos y otros empleados no administrativos entre los delegados.
Aunque es imposible eliminar lo que denomina "el elemento humano" del proceso, Lowell Cooper, uno de los vicepresidentes de la iglesia, dice que el proceso no busca el avance personal de los candidatos.
"No tiene tanto que ver con que la persona busque un cargo, sino que el cargo busque a la persona", dijo Cooper.
Aun si un potencial nominado tratara de influenciar la votación a su favor, es casi imposible saber cómo votará cada delegado en cada tema, dado el volumen de asuntos considerados, explicó Evans.
Los delegados reciben una agenda preparada de temas a votar, llamados recomendaciones. Estos temas son aprobados de antemano por la Junta Directiva de la iglesia según está establecido, lo que permite que los líderes de la iglesia tengan tiempo de estudiar las implicaciones de cualquier tema antes de su votación, explicó Evans. Si bien los delegados individuales podrían "técnicamente" añadir o sustraer temas de la agenda, esas nuevas propuestas suelen ser derivadas a comisiones para que sean analizadas en el futuro, explicó.
"Como cada cambio lleva una cantidad sustancial de análisis antes de su votación, es improbable que la agenda cambie allí mismo durante el congreso", dijo.
Fuente: ANN
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