A unque sabemos por Génesis 1 que los animales y la raza humana fueron creados en el 6º día de la creación, permanece un interrogante entre teólogos y científicos sobre el origen de los dinosaurios. Algunos creen que fueron parte del 6º día de la creación. Otros toman la postura de que son el resultado de la hibridación de algunos reptiles que Dios creó originalmente.
Algunas personas piensan que las referencias al “leviatán” (Job 41:1), al “behemot” (Job 40:15) y a dragones (en varios pasajes de la Escritura) se refieren a dinosaurios. La mayoría de los estudiosos de la Biblia sugieren que las descripciones en Job son de cocodrilos o hipopótamos. Ambos vivieron en el Cercano Este en aquellos días. Es fácil pensar que los dragones son un débil recuerdo de los dinosaurios pero no lo podemos asegurar. Sólo podemos especular...
Aquellos que han colectado restos de dinosaurio en los llanos del cercano Este de Canadá y los Estados Unidos o en la meseta de Colorado no tienen ninguna duda persistente en cuanto a su realidad. Cientos de especimenes han sido encontrado y excavados.
Los restos fósiles de estos reptiles indican que fueron verdaderamente un grupo altamente diversificado, variando en tamaño desde el de un conejo hasta tremendas bestias de 20 pies de alto, 85 pies de largo y con un peso de hasta 50 toneladas. Parece que algunos fueron dotados de pies relativamente pequeños y tuvieron dos piernas para moverse, mientras que otros fueron cuadrúpedos y se movían alrededor de manera lenta y pesada. Algunos eran carnívoros y otros herbívoros. Cierta clase fue bien diseñada para un hábitat acuático mientras que otros permanecieron en la tierra.
La repentina extinción de los dinosaurios, como lo muestran los documentos geológicos, es un misterio que paleontólogos evolucionistas tienen considerable dificultad en explicar. ¿Qué sucedió? ¿Un cambio de temperatura? ¿Un cambio en las plantas? Chorros de calor provenientes de un meteoro, mamíferos comiendo los huevos de dinosaurios, cambio en la concentración de oxígeno, etc. son algunas de las conclusiones de los científicos. La teoría actual dominante es que un gran objeto del espacio chocó la Tierra y desparramó una cantidad de polvo al punto que el sol fue oscurecido por meses y las plantas y animales murieron. De todos modos también hay problemas con esta teoría porque la extinción fue selectiva. Algunas plantas y animales (incluyendo los más frágiles comparados con los dinosaurios) no se extinguieron.
Cuando Dios dirigió los animales hacia el arca, no dudó en dirigir sólo aquellos que eran como las criaturas que Él había creado en el origen. Hay poca evidencia de que los dinosaurios fueron llevados al arca. Que Dios no los preservó en el arca y que murieron como resultado de un diluvio mundial es una explicación tan buena como cualquier otra.
¿Por qué Dios no llevó los dinosaurios al arca? En Génesis 6:12 encontramos la siguiente declaración, “Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.” Satanás, el ser que se rebeló contra Dios, no puede crear, pero puede cambiar o modificar (incluso como los científicos modernos pueden producir cambios mediante mutaciones, hibridación e ingeniería genética). La entrada del pecado en el mundo permitió a Satanás corromper a los hombres y también a otros organismos vivientes. Ahora tenemos hojas convertidas en espinas, dientes convertidos en colmillos venenosos, genes convertidos en viruses y bacteria útil en enfermedades. Satanás corrompió algunos de los reptiles que Dios creó originalmente en criaturas raras que nosotros llamamos dinosaurios. Dios decidió no salvarlos en el momento del diluvio. Tal vez Dios vio que los débiles hombres post-diluvianos no serían capaces de controlar animales tan grandes. Así creemos que Dios preservó la vida de los animales terrestres excepto los muy grandes y los corrompidos.
Fuente: Bibleinfo.com
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