En la exhortación a la iglesia de Éfeso, una de las siete iglesias en Apocalípsis, se encuentra un mensaje claro, que revela una de las acciones más relevantes de nuestro Dios. "Yo conozco tus obras" (vs. 2.2), la palabra "conozco" viene del griego eido, que puede ser traducido como "Yo veo...", "Yo percibo...", "Yo contemplo...", "Yo se...". Hace algún tiempo atrás, una señora entre lágrimas y rabia me decía: "Pastor, diez años durmiendo en la misma cama con ese hombre y recién me entero que tiene otra mujer y otros hijos"; esta experiencia me confirma que podemos engañar a nuestra esposa, a nuestro esposo, a nuestros padres, a nuestros hijos, al Pastor, a los ancianos, podemos engañar a cualquiera; pero a quien no podemos engañar es a Jesús, nuestro Dios. Él lo conoce todo, Él lo sabe todo, Él lo contempla todo, nada escapa a sus ojos escudriñadores.
Cuando enseñaba en la Universidad, con los docentes de la facultad de la cual era el responsable espiritual, salíamos los viernes por la noche para encontrar a aquellos alumnos que acostumbraban perderse entre el alcohol y las discotecas, a pesar de que sabían que no debían hacerlo. Entre esas experiencias he visto a muchos jóvenes mirar hacia todas las esquinas cerciorándose que nadie los esté mirando para entrar raudos a esos lugares de perdición. Ha muchos de ellos los abracé y les dije: "La próxima vez no mires a las esquinas, mira arriba que de allí nadie se escapa". Dios lo sabe todo, lo conoce todo; y este primer mensaje de Éfeso se complementa con la palabras que aparecen en mismo versículo, "...tu arduo trabajo y perseverancia". La palabra "trabajo", viene del griego kopos, que puede traducirse como "pesar, labor, problema", y "perseverancia" del griego hopomone, que se puede traducir como "lucha por ser fiel". Así, podemos entender que Dios lo sabe todo, nuestros sueños, nuestras alegrías, nuestros fracasos y por sobre todo nuestros problemas y nuestros esfuerzos por ser mejores cada día.
Con todo esto una pregunta sale al aire, ¿y por qué Dios lo sabe todo? quizá una respuesta simple sea "porque es Dios", "porque es el Creador", pero a la luz del mensaje apocalíptico esa respuesta no es correcta. El versículo uno del capítulo dos, dice que Jesús camina en medio de los candeleros de oro, y en el versículo veinte del capítulo anterior, nos aclara que los candeleros son las siete iglesias, y nosotros somos la iglesia, eso nos dice que Dios lo conoce todo, lo sabe todo, no porque es simplemente Dios, sino porque Él es un Dios personal, uno que habita en medio nuestro, que está a nuestro lado.
Que mensaje tan grato y esperanzador, un Dios a nuestro alcance, no un Dios allí alejado sentado en su trono listo para castigar a quien transgrede su palabra. Mi hermano, si alguna vez te haz sentido solo, quizá pensando que nadie se preocupa por tí, que este momento tengas la convicción que tienes un Dios amigo a tu lado, a tu alcance, listo para socorrerte y hacerte un vencedor.
Fuente: Comunidad Adventista
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