¿Cuándo fue la última vez que te sometiste a un examen médico? La mayoría de las personas acuden al doctor hasta que los síntomas de una enfermedad se hacen presentes y, en muchos de los casos, hasta que el padecimiento se encuentra en etapas muy avanzadas y difíciles de controlar o curar.
Según estudios, los principales motivos que las personas argumentan para no solicitar una consulta médica es la falta de tiempo y el miedo a que les confirmen que padecen alguna enfermedad...
Así, uno de los principales problemas de nuestros países es la falta de una cultura de prevención, pues está comprobado que detectar una enfermedad en su etapa inicial, además de tener un mejor pronóstico, genera menores gastos para el paciente e, incluso, para el país.
Por ello es necesario que todas las personas desde edades tempranas adopten el hábito de someterse a una revisión médica periódica, no sólo con la intención de evaluar el estado actual de salud, sino también con el objetivo de prevenir algún mal en el futuro.
Informe detallado
El principal objetivo de un check up (chequeo general) es brindarle al paciente un informe detallado de su estado de salud. Los resultados se obtienen a través de la práctica de un examen médico completo que ayuda al especialista a emitir un diagnóstico y el tratamiento correcto, dependiendo de las características como edad, sexo, estilo de vida, entre otros. Es, además, una excelente herramienta para detectar y prevenir factores de riesgo que pueden provocar la presencia de enfermedades importantes.
El check up está indicado para personas sanas y enfermas, lo que significa que todos debemos someternos a él por lo menos una vez al año, particularmente los mayores de 30. Hay pruebas indispensables que se hacen través de la sangre, orina y otras muestras corporales, que se complementan con estudios de gabinete, los cuales incluyen la toma de imágenes que se obtienen con aparatos de alta tecnología para observar el funcionamiento del organismo.
El check up básico incluye el Examen General de Orina, el cual proporciona datos útiles sobre la posibilidad de una infección urinaria, los niveles de glucosa y sobre todo, el estado del riñón en general; con la Biometría Hemática se valoran los niveles sanguíneos de hemoglobina, glóbulos blancos, rojos y plaquetas para descartar la presencia de anemia; con la Química Sanguínea se verifica la función del hígado y riñones, además de los niveles de triglicéridos, colesterol y glucosa, entre otros.
Hoy en día existen diferentes alternativas para realizarlo; no obstante, es necesario asegurarse de que el lugar en el que se lleve a cabo cuente con la infraestructura suficiente para que el estudio sea lo más completo posible.
Prevenir es lo mejor, si usted está aparentemente sano hágase un check up completo, no esperemos estar enfermos para ir donde el médico, recordándoles que es más fácil para el especialista tratar una enfermedad en su etapa inicial antes que en la terminal o avanzada.
Fuente: Mundo Actual
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