E n temporada de gripes y resfriados, conviene hacer un poco de esfuerzo adicional para evitar que los gérmenes y bacterias que provocan enfermedades, se propaguen por toda la casa y afecten a los miembros de su familia. Una de las formas más simples y sencillas de hacerlo es conservando limpios sus blancos.
Aunque la frecuencia con que lave sus sábanas es evidentemente una decisión personal, hay argumentos científicos que señalan que lavar la ropa de cama una vez por semana es bueno para la salud. De acuerdo a ehow.com y examiner.com, lavar sus sábanas una vez a la semana (en agua caliente, a una temperatura de 54 o más grados) significa deshacerse de las células muertas (el alimento perfecto para las bacterias) y los ácaros del polvo que provocan alergias y que se acumulan todas las noches al dormir. Si usted o alguien de su familia es propenso a sudar -o si su mascota duerme sobre la cama- lave sus sábanas cada dos días, para enjuagar la suciedad y descamación que deja su mascota. Y no ignore la cubierta de su colchón -es buena idea lavarla cada dos semanas o, mínimo, cada mes.
Las almohadas son otra cosa que hay que tomar en cuenta. Para asegurarse de que no descansa la cabeza sobre una enorme pila de gérmenes, es recomendable que lave sus almohadas al menos una vez cada seis meses. Siga las instrucciones del fabricante cuando lo haga, aunque por lo general deberán poder lavarse en casa y, con las de pluma de ganso en particular, es buena idea incluir un par de pelotas limpias de tenis durante el ciclo de secado para que las plumas se conserven esponjadas. Invertir en protectores para almohadas con zíper también es clave: actúan como barrera entre la almohada y la funda (ésta última debe lavarse semanalmente) para conservar a la primera limpia y en buen estado.
Los edredones y cobijas también necesitan un mantenimiento adecuado. Su edredón debe ser lavado una vez al mes (y si usa duvet, éste debe lavarse una vez por semana). Lea las instrucciones en la etiqueta, ya que es probable que necesite llevarlos a un lugar con lavadoras grandes de carga frontal. Asegúrese de que sean secadas adecuadamente para evitar que crezca moho y hongos. Las cobijas también deben ser lavadas en lavadora o tintorería una vez al mes.
Las toallas, como hemos mencionado anteriormente, también necesitan cuidados especiales -con las toallas individuales para el rostro y sobre todo para las manos (ya que se usan para limpiar suciedad y grasa de la piel), existe un riesgo real de propagar infecciones por estafilococo y conjuntivitis. También es buena idea lavarlas a menudo debido a que los baños son caldos de cultivo cálidos y húmedos para las bacterias. Lavar las toallas de baño una vez por semana y las toallas más pequeñas y utilizadas con mayor frecuencia es la mejor forma de abordar el problema de los gérmenes.
Fuente: salud.com
Aunque la frecuencia con que lave sus sábanas es evidentemente una decisión personal, hay argumentos científicos que señalan que lavar la ropa de cama una vez por semana es bueno para la salud. De acuerdo a ehow.com y examiner.com, lavar sus sábanas una vez a la semana (en agua caliente, a una temperatura de 54 o más grados) significa deshacerse de las células muertas (el alimento perfecto para las bacterias) y los ácaros del polvo que provocan alergias y que se acumulan todas las noches al dormir. Si usted o alguien de su familia es propenso a sudar -o si su mascota duerme sobre la cama- lave sus sábanas cada dos días, para enjuagar la suciedad y descamación que deja su mascota. Y no ignore la cubierta de su colchón -es buena idea lavarla cada dos semanas o, mínimo, cada mes.
Las almohadas son otra cosa que hay que tomar en cuenta. Para asegurarse de que no descansa la cabeza sobre una enorme pila de gérmenes, es recomendable que lave sus almohadas al menos una vez cada seis meses. Siga las instrucciones del fabricante cuando lo haga, aunque por lo general deberán poder lavarse en casa y, con las de pluma de ganso en particular, es buena idea incluir un par de pelotas limpias de tenis durante el ciclo de secado para que las plumas se conserven esponjadas. Invertir en protectores para almohadas con zíper también es clave: actúan como barrera entre la almohada y la funda (ésta última debe lavarse semanalmente) para conservar a la primera limpia y en buen estado.
Los edredones y cobijas también necesitan un mantenimiento adecuado. Su edredón debe ser lavado una vez al mes (y si usa duvet, éste debe lavarse una vez por semana). Lea las instrucciones en la etiqueta, ya que es probable que necesite llevarlos a un lugar con lavadoras grandes de carga frontal. Asegúrese de que sean secadas adecuadamente para evitar que crezca moho y hongos. Las cobijas también deben ser lavadas en lavadora o tintorería una vez al mes.
Las toallas, como hemos mencionado anteriormente, también necesitan cuidados especiales -con las toallas individuales para el rostro y sobre todo para las manos (ya que se usan para limpiar suciedad y grasa de la piel), existe un riesgo real de propagar infecciones por estafilococo y conjuntivitis. También es buena idea lavarlas a menudo debido a que los baños son caldos de cultivo cálidos y húmedos para las bacterias. Lavar las toallas de baño una vez por semana y las toallas más pequeñas y utilizadas con mayor frecuencia es la mejor forma de abordar el problema de los gérmenes.
Fuente: salud.com
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