¿Por qué es necesario guardar el sábado, si no es el sábado el que nos salva?
E s verdad que el sábado no nos salva, porque nuestro Salvador es Cristo, "porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos" (Hech. 4: 12). Pero si encaramos así el pías de salvación, como lo sugiere la pregunta, tendríamos que decir que tampoco salva al idólatra destruir sus ídolos, ni al asesino dejar de matar, a al mentiroso abandonar la mentira. Pero eso que es verdad, ¿nos permite dejar de obedecer cualquier mandamiento porque el único que salva es Cristo? .
El Evangelio nos enseña que Cristo vino a salvar a "su pueblo de sus pecados" (Mat. 1: 21); que El es el "Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Juan 1: 29). "Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él" (1 Juan 3: 5) De manera que si fuimos salvados del pecado por Cristo, ¿cuál será el resultado? "Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios" (1 Juan 3: 9).
Si es así, es evidente que somos salvados del pecado, por lo que tenemos que definir qué es pecado. Esta es la respuesta bíblica: "Todo aquel que comete pecado infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley" (1 Juan 3: 4). El apóstol Pablo dijo: "Yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás" (Rom. 7: 7). De modo que si el pecado es la desobediencia a cualquiera de los Diez Mancamientos, y la misión de Cristo es quitar nuestros pecados, lo que debemos hacer es obedecer al Señor -lo contrario a pecar. Por eso, el que fue salvado por Cristo "no practica el pecado", o no desobedece los mandamientos.
Volviendo ahora a la pregunta, decimos que no somos salvos porque dejamos de codiciar, sino que dejamos de codiciar porque fuimos salvados. ¿Observa usted la diferencia? Tampoco somos salvados porque dejamos de robar o mentir, sino que dejamos de robar y mentir porque fuimos salvados de esos pecados. Del mismo modo, no somos salvados por guardar el sábado, sino que guardamos el sábado porque fuimos salvados por Cristo -de seguir desobedeciendo ese mandamiento. Cristo es el único que puede salvarnos de nuestro deseo de pecar. El nos hace nuevas criaturas, con nuevos deseos (2 Cor. 5: 17). La presencia del pecado, o de la desobediencia en nuestra vida, es demostración de que no hemos sido salvos.
Por eso dice la Biblia: "En esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él" (1 Juan 2: 3, 4). También Santiago aprueba esta declaración (2: 10-12).
Fuente: Constestandotupregunta.org
El Evangelio nos enseña que Cristo vino a salvar a "su pueblo de sus pecados" (Mat. 1: 21); que El es el "Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Juan 1: 29). "Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él" (1 Juan 3: 5) De manera que si fuimos salvados del pecado por Cristo, ¿cuál será el resultado? "Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios" (1 Juan 3: 9).
Si es así, es evidente que somos salvados del pecado, por lo que tenemos que definir qué es pecado. Esta es la respuesta bíblica: "Todo aquel que comete pecado infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley" (1 Juan 3: 4). El apóstol Pablo dijo: "Yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás" (Rom. 7: 7). De modo que si el pecado es la desobediencia a cualquiera de los Diez Mancamientos, y la misión de Cristo es quitar nuestros pecados, lo que debemos hacer es obedecer al Señor -lo contrario a pecar. Por eso, el que fue salvado por Cristo "no practica el pecado", o no desobedece los mandamientos.
Volviendo ahora a la pregunta, decimos que no somos salvos porque dejamos de codiciar, sino que dejamos de codiciar porque fuimos salvados. ¿Observa usted la diferencia? Tampoco somos salvados porque dejamos de robar o mentir, sino que dejamos de robar y mentir porque fuimos salvados de esos pecados. Del mismo modo, no somos salvados por guardar el sábado, sino que guardamos el sábado porque fuimos salvados por Cristo -de seguir desobedeciendo ese mandamiento. Cristo es el único que puede salvarnos de nuestro deseo de pecar. El nos hace nuevas criaturas, con nuevos deseos (2 Cor. 5: 17). La presencia del pecado, o de la desobediencia en nuestra vida, es demostración de que no hemos sido salvos.
Por eso dice la Biblia: "En esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él" (1 Juan 2: 3, 4). También Santiago aprueba esta declaración (2: 10-12).
Fuente: Constestandotupregunta.org
0 comentarios:
Publicar un comentario