M arcela Contreras estaba viviendo una serie de situaciones que desbordaban su vida diaria. Estos la llevaron al punto de querer acabar con su vida. “No tenía sentido seguir viviendo”, fueron sus palabras al recordar ciertas situaciones antes de encontrar en su camino un libro que cambiaría su decisión.
Un día, Marcela y su esposo se dispusieron a salir de casa. Al subir al vehículo que ambos tenían, abrió la guantera (compartimento cerrado que tienen los autos del lado del pasajero). “Fue algo especial”, dice Contreras, porque en ese pequeño espacio vio un libro que le llamó la atención. Se trataba de una copia de La Última Invitación, el libro misionero que se distribuyó en 2022, como parte de la campaña “Impacto Esperanza” de la División Sudamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
A partir de ese momento la vida de Marcela no fue la misma, expresa. Preguntó a su marido por el libro y él le dijo que se lo había regalado la mujer de un amigo, Ayda Luz. Al enterarse de esto, Marcela pidió verla y hablar con ella sobre el contenido del libro.
“CADA CLIENTE DEBE RECIBIR UN LIBRO MISIONERO”
Daniel Inostroza es constructor de embarcaciones y miembro de la Iglesia Adventista de Hualpin, ubicada en la región de La Araucanía, al sur de Chile. Con entusiasmo, comenta: “Mi esposa me recalca que a cada cliente siempre se le debe dar un libro misional”. Con la convicción de que Dios siempre obra en Su tiempo y a Su manera, cada año comparten gratuitamente la literatura bíblica con el propósito de que más personas se sientan interesadas en buscar a Jesús.
El deseo imperioso de Marcela de saber más sobre Jesús y su iglesia la llevó a buscar y entablar amistad con Ayda Luz. “En Sor Ayda Luz fue como volver a encontrar una hermana plena, así me sentí en ese mismo momento”, dice Contreras.
UNA NUEVA VIDA Y DISCÍPULO DE CRISTO
Desde entonces, Marcela comenzó a asistir a la iglesia y a estudiar la Biblia; pero ella no quería ser la única en conocer la verdad de Cristo, por lo que invitó a su madre y a su hija. Fue así como aquel libro suyo no sólo la llevó a los pies de Cristo, sino también a ser discípula del Señor.
“Cada vez que entregamos un libro, no sabemos con qué historia terminará. La Biblia dice que la Palabra de Dios no regresa vacía (Isaías 55:11) y lo hemos visto en la historia de Marcela, que a través de un libro su vida cambió, porque a través de él pudo conocer a Cristo." enfatiza Pastor Mauro Campillay, Director de Publicaciones de la Asociación Sur Austral de Chile (ASACh), ámbito administrativo al que pertenece la Iglesia Adventista Hualpin, donde ahora se congrega Marcela.
Conoce el testimonio de Marcela en este video:
Fuente:ANN
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