A usted le ha pasado... Ha entablado una conversación sobre La Voz de la Esperanza y, tarde o temprano, usted o su interlocutor ha traido a colación la música bella e inspiradora que se escucha en cada difusión del programa. Y al hablar de esa música seguramente sonaron dos nombres sin falta: la querida contralto Del Delker y el afamado y amado cuarteto masculino Los Heraldos del Rey. Solo el Cielo revelará algún día la mar de redimidos cuyos corazones fueron tocados para salvación por éstos y otros músicos de La Voz.En el año 1937, el cuarteto masculino The King's Heralds inició su ministerio musical en favor de los radioescuchas de habla inglesa; y a partir de 1942 comenzó su trayectoria internacional, convirtiéndose para el mundo de habla hispana en Los Heraldos del Rey. Desde entonces ha sido parte esencial del programa radiofónico . En forma personal o por las ondas del éter, sus componentes han recorrido a lo largo de los años el mundo entero, llevando alabanza a infinidad de personas.
Aunque muchos cantantes han integrado este cuarteto en varias formaciones diferentes, su calidad ha permanecido en el tiempo. Sin desagradecer que el cuarteto se ha presentado en grandes auditorios y ante importantes personalidades políticas y económicas en varios países, la obra predilecta de ellos es entregar su música a las almas sencillas que andan sedientas de la Palabra de Dios. Su ministerio ha traído a cientos y miles a los piés de Jesús. ¡A Él sea la gloria!
Y ahora, amiga, amigo de La Voz, tenemos un anuncio espectacular que entregarle. Queremos presentar formalmente a los nuevos componentes. Anteriormente conocidos como el Cuarteto Decisión, han sido invitados por los directivos del programa para que representen al ministerio como Los Heraldos de Esperanza. Esta decisión obedece a los numerosos pedidos que llegan de todo el mundo.
Con la participación de Los Heraldos y todo un equipo musical, La Voz de la Esperanza estará más capacitada para cumplir su misión de comunicar las eternas buenas nuevas en prédica y canto a todo el mundo hispanohablante. La poderosa y feliz unión que forman la palabra hablada y la cantada, toca corazones y los dirige al Salvador.
Fuente: Cuarteto los Heraldos
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